Seremi de Medio Ambiente advierte sobre riesgos ambientales por instalación de ramadas cerca del Humedal Aguada La Chimba

El seremi de Medio Ambiente de la Región de Antofagasta, Gustavo Riveros, emitió un oficio dirigido al alcalde de la comuna, Jonathan Velásquez, en el que advierte sobre los posibles impactos negativos de la instalación de ramadas en un sitio cercano al Santuario de Naturaleza y Humedal Urbano "Aguada La Chimba". Riveros argumenta que la iniciativa podría afectar gravemente los componentes de flora, vegetación y fauna presentes en este delicado ecosistema, que cuenta con objetos de conservación de alto interés.

"Mediante este documento, buscamos que la autoridad comunal reconsidere esta alternativa y busque otro lugar para instalar las ramadas, ya que tanto los ramaderos como la ciudadanía en general merecen estar en un lugar seguro, sin que ello afecte un ecosistema frágil como la Aguada La Chimba", señaló Riveros. El seremi destacó además el alto valor paisajístico del humedal, que es utilizado por aves marinas migratorias y residentes como un lugar de descanso y alimentación.

En el oficio, se describen las características únicas del humedal, que constituye un ecosistema diferente al paisaje desértico predominante en la costa de Antofagasta. Este espacio es sustentado por afloramientos de aguas subterráneas y alberga dos principales aguadas: "El Rubio", utilizada como reposadero por aves migratorias y residentes, y "Chimbanito", que sustenta una rica diversidad de especies endémicas y nativas.

El documento también detalla las especies observadas en la Aguada La Chimba, incluyendo aves como la Gaviota de Franklin (Leucophaeus pipixcan), el Gaviotín Elegante (Thalasseus elegans), el reptil Corredor de Atacama (Microlophus atacamensis), y el caracol Heleobia chimbaensis, esta última catalogada como especie vulnerable.

Riveros advirtió que la instalación de las ramadas podría afectar la flora y fauna del lugar debido a varias actividades identificadas, como la generación de ruido que altere el comportamiento de la fauna, la generación de residuos que podrían ser transportados hacia el humedal, la suspensión de polvo que podría dañar la vegetación, y el ingreso de personas y vehículos motorizados que causaría la compactación del follaje y perturbación de la fauna.

Finalmente, el seremi subrayó que cualquier afectación a un humedal por una obra o actividad amerita su revisión para ser sometida a evaluación ambiental en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, con el fin de proteger la integridad de este valioso ecosistema.

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