La Municipalidad de Antofagasta anunció que este año se retirarán más de 50 kilómetros de cables en desuso, como parte de la implementación de la Ley Chao Cables. Esta normativa obliga a las empresas de telecomunicaciones a remover instalaciones obsoletas y entrega a los gobiernos locales la facultad de coordinar planes de trabajo y aplicar sanciones en caso de incumplimiento. En ese contexto, el municipio sostuvo este jueves una reunión con la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) para coordinar las acciones que se llevarán a cabo tras las recientes actualizaciones legales. El director de Operaciones del municipio, Christian Miranda, señaló que el encuentro tuvo como objetivo analizar el Decreto 176, que regula el ordenamiento de cableado aéreo y soterrado, además de coordinar la distribución, marcación y diferenciación de los cables por empresa. Miranda destacó que, aunque estas coordinaciones se realizan desde hace varios años, la nueva normativa exige la conformación de mesas técnicas para asegurar un levantamiento completo y ordenado del cableado en la comuna. El plan anual de retiro de cables estará a cargo de la Oficina de Alumbrado Público, que desde 2020 ha retirado más de 120 kilómetros de instalaciones en desuso: casi 24 kilómetros en 2022, 42,3 kilómetros en 2023 y 52 kilómetros en 2024.
Antofagasta se ubicó como la cuarta región con más robo de cables de cobre en instalaciones eléctricas de CGE durante el primer semestre de 2025, con un total de 22.127 metros sustraídos. A nivel general, la zona de concesión de CGE —que abarca desde Arica y Parinacota hasta La Araucanía— registró 705 casos entre enero y junio, cuadruplicando los 190 episodios del mismo periodo de 2024. Según informó el subdirector de Operaciones de CGE, Daniel Fredes, se contabilizó un total de 209.112 metros de cable robado en el territorio, lo que representa un aumento de casi 300% respecto al año anterior. Fredes advirtió que este tipo de delito “tiene un alto impacto público y consecuencias complejas para el suministro eléctrico”. Junto con Antofagasta, las regiones más afectadas fueron Coquimbo (59.198 metros), Biobío (27.223 metros), Maule (22.317 metros), Tarapacá (21.185 metros) y Metropolitana (20.420 metros). Los robos y daños derivados provocaron interrupciones en el servicio eléctrico que afectaron a 445.414 clientes de CGE. Los costos por reparación y reposición superaron los 4.000 millones de pesos en el primer semestre del año.
Un preocupante aumento en los robos a infraestructura de transmisión eléctrica se ha registrado en todo el país, y la Región de Antofagasta no ha estado ajena a esta tendencia. Según datos entregados por la asociación gremial Transmisoras de Chile A.G, entre 2021 y 2023 se reportaron más de 200 robos en líneas de transmisión y subestaciones a nivel nacional, con un perjuicio económico estimado superior a los 2 millones de dólares por concepto de materiales sustraídos. En lo que va del año 2024, se han registrado 70 robos en instalaciones de transmisión eléctrica en todo el país. De ellos, el 20% ha ocurrido en la Región de Antofagasta, siendo la comuna de Mejillones la que concentra la mayor cantidad de incidentes. A diferencia de la zona centro-sur del país, donde predomina el robo de conductores y cables de cobre, en Antofagasta los delincuentes sustraen principalmente piezas estructurales de torres de alta tensión y materiales desde subestaciones. Solo en esta región, las pérdidas asociadas a la sustracción de estos elementos durante 2024 superan los 300 mil dólares, sin considerar los costos de reposición ni las inversiones adicionales en seguridad. Fuente: SoyAntofagasta
La Municipalidad de Antofagasta anunció que este año se retirarán más de 50 kilómetros de cables en desuso, como parte de la implementación de la Ley Chao Cables. Esta normativa obliga a las empresas de telecomunicaciones a remover instalaciones obsoletas y entrega a los gobiernos locales la facultad de coordinar planes de trabajo y aplicar sanciones en caso de incumplimiento. En ese contexto, el municipio sostuvo este jueves una reunión con la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) para coordinar las acciones que se llevarán a cabo tras las recientes actualizaciones legales. El director de Operaciones del municipio, Christian Miranda, señaló que el encuentro tuvo como objetivo analizar el Decreto 176, que regula el ordenamiento de cableado aéreo y soterrado, además de coordinar la distribución, marcación y diferenciación de los cables por empresa. Miranda destacó que, aunque estas coordinaciones se realizan desde hace varios años, la nueva normativa exige la conformación de mesas técnicas para asegurar un levantamiento completo y ordenado del cableado en la comuna. El plan anual de retiro de cables estará a cargo de la Oficina de Alumbrado Público, que desde 2020 ha retirado más de 120 kilómetros de instalaciones en desuso: casi 24 kilómetros en 2022, 42,3 kilómetros en 2023 y 52 kilómetros en 2024.
Antofagasta se ubicó como la cuarta región con más robo de cables de cobre en instalaciones eléctricas de CGE durante el primer semestre de 2025, con un total de 22.127 metros sustraídos. A nivel general, la zona de concesión de CGE —que abarca desde Arica y Parinacota hasta La Araucanía— registró 705 casos entre enero y junio, cuadruplicando los 190 episodios del mismo periodo de 2024. Según informó el subdirector de Operaciones de CGE, Daniel Fredes, se contabilizó un total de 209.112 metros de cable robado en el territorio, lo que representa un aumento de casi 300% respecto al año anterior. Fredes advirtió que este tipo de delito “tiene un alto impacto público y consecuencias complejas para el suministro eléctrico”. Junto con Antofagasta, las regiones más afectadas fueron Coquimbo (59.198 metros), Biobío (27.223 metros), Maule (22.317 metros), Tarapacá (21.185 metros) y Metropolitana (20.420 metros). Los robos y daños derivados provocaron interrupciones en el servicio eléctrico que afectaron a 445.414 clientes de CGE. Los costos por reparación y reposición superaron los 4.000 millones de pesos en el primer semestre del año.
Un preocupante aumento en los robos a infraestructura de transmisión eléctrica se ha registrado en todo el país, y la Región de Antofagasta no ha estado ajena a esta tendencia. Según datos entregados por la asociación gremial Transmisoras de Chile A.G, entre 2021 y 2023 se reportaron más de 200 robos en líneas de transmisión y subestaciones a nivel nacional, con un perjuicio económico estimado superior a los 2 millones de dólares por concepto de materiales sustraídos. En lo que va del año 2024, se han registrado 70 robos en instalaciones de transmisión eléctrica en todo el país. De ellos, el 20% ha ocurrido en la Región de Antofagasta, siendo la comuna de Mejillones la que concentra la mayor cantidad de incidentes. A diferencia de la zona centro-sur del país, donde predomina el robo de conductores y cables de cobre, en Antofagasta los delincuentes sustraen principalmente piezas estructurales de torres de alta tensión y materiales desde subestaciones. Solo en esta región, las pérdidas asociadas a la sustracción de estos elementos durante 2024 superan los 300 mil dólares, sin considerar los costos de reposición ni las inversiones adicionales en seguridad. Fuente: SoyAntofagasta