Raúl Antonio Alarcón Hermosilla, exalto funcionario de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) en el Aeropuerto El Loa, fue detenido y condenado a cinco años de prisión tras comprobarse su relación con la organización criminal Tren de Aragua. Durante un allanamiento en su vivienda fiscal se incautaron drogas y armas de fuego. Según la investigación, Alarcón, quien contaba con acceso a diversas dependencias del aeropuerto, mantuvo una relación con una mujer identificada como Antonella. La pareja, junto a otras tres bailarinas exóticas, residió durante cuatro meses en la vivienda fiscal, donde, según los registros judiciales, se habrían consumido y traficado sustancias ilícitas. La vivienda también fue utilizada por un ciudadano venezolano, integrante del Tren de Aragua, apodado «el chino», quien almacenaba armamento en el lugar y fue detenido posteriormente al intentar trasladar 150 kilos de droga, mientras enfrentaba procesos judiciales por cuatro delitos de secuestro. Tras la condena de Alarcón, el diputado Sebastián Videla solicitó una reunión con el Director Nacional de la DGAC para evaluar responsabilidades y reforzar medidas de control dentro de la institución, además de solicitar un listado de todas las personas que trabajaron con el funcionario condenado, con el objetivo de prevenir infiltraciones de organizaciones criminales en organismos del Estado.
Raúl Antonio Alarcón Hermosilla, exalto funcionario de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) en el Aeropuerto El Loa, fue detenido y condenado a cinco años de prisión tras comprobarse su relación con la organización criminal Tren de Aragua. Durante un allanamiento en su vivienda fiscal se incautaron drogas y armas de fuego. Según la investigación, Alarcón, quien contaba con acceso a diversas dependencias del aeropuerto, mantuvo una relación con una mujer identificada como Antonella. La pareja, junto a otras tres bailarinas exóticas, residió durante cuatro meses en la vivienda fiscal, donde, según los registros judiciales, se habrían consumido y traficado sustancias ilícitas. La vivienda también fue utilizada por un ciudadano venezolano, integrante del Tren de Aragua, apodado «el chino», quien almacenaba armamento en el lugar y fue detenido posteriormente al intentar trasladar 150 kilos de droga, mientras enfrentaba procesos judiciales por cuatro delitos de secuestro. Tras la condena de Alarcón, el diputado Sebastián Videla solicitó una reunión con el Director Nacional de la DGAC para evaluar responsabilidades y reforzar medidas de control dentro de la institución, además de solicitar un listado de todas las personas que trabajaron con el funcionario condenado, con el objetivo de prevenir infiltraciones de organizaciones criminales en organismos del Estado.