La Seremi de Salud tomó medidas drásticas en Antofagasta al prohibir el funcionamiento de un inmueble municipal ubicado en la calle Artesanía 230, en el sector norte de la ciudad. Esta decisión se tomó debido a la falta de agua potable en el lugar, lo que generaba graves problemas de insalubridad para cerca de 40 trabajadores del área de aseo. Las denuncias de los propios trabajadores y autoridades, como el concejal Luis Aguilera, fueron determinantes para la acción de la Seremi de Salud. Aguilera reportó que la situación en el inmueble era alarmante y estaba afectando la salud y el bienestar de los empleados. El procedimiento para la prohibición del funcionamiento se llevó a cabo el mismo martes por la tarde por la Unidad de Salud Ocupacional de la Seremi de Salud. Jessica Bravo, seremi del ramo, confirmó que se constató la falta de agua potable y otros problemas sanitarios, como la suciedad en los baños. Bravo afirmó que no pueden seguir trabajando en esas condiciones sanitarias. En consecuencia, se inició un sumario y se impuso la prohibición hasta que se resuelvan los problemas y la municipalidad presente la documentación requerida para levantar la medida. El concejal Aguilera expresó su preocupación por la situación, según lo informado por Timeline, señalando que la falta de fiscalización de los servicios externalizados, como la recolección de residuos y el barrido de calles, también se verá afectada por esta medida. Denunció además que los trabajadores estuvieron más de cuatro horas fuera de las dependencias donde laboran, incumpliendo la normativa legal y vulnerando sus derechos fundamentales. Con información de: Timeline
La Seremi de Salud tomó medidas drásticas en Antofagasta al prohibir el funcionamiento de un inmueble municipal ubicado en la calle Artesanía 230, en el sector norte de la ciudad. Esta decisión se tomó debido a la falta de agua potable en el lugar, lo que generaba graves problemas de insalubridad para cerca de 40 trabajadores del área de aseo. Las denuncias de los propios trabajadores y autoridades, como el concejal Luis Aguilera, fueron determinantes para la acción de la Seremi de Salud. Aguilera reportó que la situación en el inmueble era alarmante y estaba afectando la salud y el bienestar de los empleados. El procedimiento para la prohibición del funcionamiento se llevó a cabo el mismo martes por la tarde por la Unidad de Salud Ocupacional de la Seremi de Salud. Jessica Bravo, seremi del ramo, confirmó que se constató la falta de agua potable y otros problemas sanitarios, como la suciedad en los baños. Bravo afirmó que no pueden seguir trabajando en esas condiciones sanitarias. En consecuencia, se inició un sumario y se impuso la prohibición hasta que se resuelvan los problemas y la municipalidad presente la documentación requerida para levantar la medida. El concejal Aguilera expresó su preocupación por la situación, según lo informado por Timeline, señalando que la falta de fiscalización de los servicios externalizados, como la recolección de residuos y el barrido de calles, también se verá afectada por esta medida. Denunció además que los trabajadores estuvieron más de cuatro horas fuera de las dependencias donde laboran, incumpliendo la normativa legal y vulnerando sus derechos fundamentales. Con información de: Timeline