La Seremi de Salud de Antofagasta decretó la prohibición de funcionamiento de dos restaurantes, uno en Calama y otro en Baquedano, tras constatarse diversas infracciones a la normativa sanitaria que representan un riesgo para la salud pública. En Calama, el restaurante Miami, ubicado en calle Patricio Lynch N° 3.399, fue inspeccionado en el marco del programa de fiscalización de Buenas Prácticas de Manufactura. Durante la visita, fiscalizadores de la Unidad de Alimentos y Saneamiento Básico encontraron un roedor muerto en una trampa pegajosa, además de fecas de roedor en el área de elaboración. También se verificó la ausencia de un control de plagas vigente, deficiencias estructurales, falta de servicios higiénicos para el personal y carencia de documentación y registros de buenas prácticas. El seremi de Salud, Alberto Godoy, detalló que el establecimiento fue sumariado y no podrá retomar sus actividades hasta que acredite la corrección de todas las observaciones realizadas. Una situación similar se detectó en un restaurante ubicado en avenida Salvador Allende N° 208, en la localidad de Baquedano, donde se evidenciaron malas prácticas de manipulación, falta de limpieza, hacinamiento, presencia de baratas muertas y almacenamiento inadecuado de alimentos. Además, se observó que algunos manipuladores presentaban condiciones personales inadecuadas, como uñas largas, lo que también infringe la normativa. Ambos locales permanecerán cerrados hasta que demuestren haber subsanado todas las deficiencias detectadas, con el objetivo de garantizar condiciones sanitarias adecuadas para la atención de público.
La Seremi de Salud de Antofagasta decretó la prohibición de funcionamiento de dos restaurantes, uno en Calama y otro en Baquedano, tras constatarse diversas infracciones a la normativa sanitaria que representan un riesgo para la salud pública. En Calama, el restaurante Miami, ubicado en calle Patricio Lynch N° 3.399, fue inspeccionado en el marco del programa de fiscalización de Buenas Prácticas de Manufactura. Durante la visita, fiscalizadores de la Unidad de Alimentos y Saneamiento Básico encontraron un roedor muerto en una trampa pegajosa, además de fecas de roedor en el área de elaboración. También se verificó la ausencia de un control de plagas vigente, deficiencias estructurales, falta de servicios higiénicos para el personal y carencia de documentación y registros de buenas prácticas. El seremi de Salud, Alberto Godoy, detalló que el establecimiento fue sumariado y no podrá retomar sus actividades hasta que acredite la corrección de todas las observaciones realizadas. Una situación similar se detectó en un restaurante ubicado en avenida Salvador Allende N° 208, en la localidad de Baquedano, donde se evidenciaron malas prácticas de manipulación, falta de limpieza, hacinamiento, presencia de baratas muertas y almacenamiento inadecuado de alimentos. Además, se observó que algunos manipuladores presentaban condiciones personales inadecuadas, como uñas largas, lo que también infringe la normativa. Ambos locales permanecerán cerrados hasta que demuestren haber subsanado todas las deficiencias detectadas, con el objetivo de garantizar condiciones sanitarias adecuadas para la atención de público.